Por Benjamín Vergara Gallardo.
¿No te ha pasado alguna vez que has intentado acariciar a un perro y este se volvió agresivo? Esta reacción tiene una explicación. Los animales no son personas, por mucho que lo tratemos como a un humano, ellos tienen raciocinios, comportamientos, capacidades diferentes a los de una persona y cada animal es diferente de otro.
El etólogo es el encargado de observar y solucionar cada problema o comportamiento que presente el animal en cuestión. A continuación, te explicaremos que es la etología.
¿Qué es la etología?
La etología es la ciencia que, básicamente, se dedica a estudiar el comportamiento de los animales. Los etólogos estudian qué comportamientos desarrollan y a qué puede deberse, con lo que una gran parte de su trabajo consiste en observar.
¿Cuáles son las áreas que estudian los Etólogos?
- La agresividad
- El ladrido excesivo
- El miedo
- La fobia
- La ansiedad
- La falta de control en el paseo y/o en el juego
- La alimentación
- Los conflictos o la relación con los congéneres.
Estas son algunas de las áreas en la cual trabaja el etólogo, y el método de trabajo que realizan al momento de tener el animal es el siguiente.
Cabe recalcar que no todos los etólogos tienen el mismo modo de trabajo, pero si la principal función de cada uno es la observación y creación de hipótesis sobre los casos que están tratando.
Comienza recopilando información sobre el animal y su entorno mediante la entrevista hacia los dueños o personas que estén cercanas al animal y la observación de éste.
También hay que tener en cuenta que la solución a un problema no es siempre la misma para todos los animales, ya que cada uno de ellos es un caso en sí mismo, con sus propias condiciones.
El tutor debe de estar preparado para trabajar activamente y seguir las pautas que le sugiera el etólogo. Las correcciones deberán realizarse mediante un reforzamiento positivo, es decir de forma amigable y sin utilizar métodos que puedan producir malestar, dolor o miedo al animal. Esto promueve el ejercicio mental y la relación saludable con el perro, que genera una conducta adecuada y correcta por gusto y no por obligación.
No debemos esperar a que el problema se solucione de manera inmediata: cada perro tiene su tiempo de aprendizaje, hay conductas que requieren más tiempo de trabajo para ser corregidas e incluso pueden aparecer nuevos factores que propicien una recaída.
Refuerzo positivo: La manera correcta de educar a tu mascota
Anteriormente mencionamos el reforzamiento positivo, pero ¿sabes lo que significa? Es importante saber qué significa exactamente la palabra “refuerzo”.
En el ámbito de la educación animal, los refuerzos son estímulos que aumentan la probabilidad de que una conducta concreta se repita por medio de una asociación; se utilizan para que el perro aprenda un buen comportamiento. También es importante saber lo que significa el término “castigo”.
¿Cuál es la diferencia entre refuerzo y castigo?
- El refuerzo ayuda a que una conducta se repita.
- El castigo genera que una conducta se elimine.
Ya sabiendo esto hay que aclarar dos cosas, existe el refuerzo positivo y el negativo.
- Refuerzo positivo: añadir un estímulo agradable cuando el perro realiza una conducta adecuada. Un ejemplo sería premiar al perro con una golosina después de realizar una acción, la cual uno busca promover en la mascota.
- Refuerzo negativo: quitar un estímulo desagradable cuando el perro realiza una conducta adecuada. Un ejemplo serían los collares eléctricos, que dejan de emitir descargas cuando el perro cesa los ladridos. Cómo fundación rechazamos esta conducta y forma de enseñar, ya que puede provocar traumar en el animal y promueve el maltrato.
Con todo lo aprendido, hagamos un pequeño resumen para que no se olviden de nada.
El refuerzo positivo y negativo buscan que una conducta se repita, pero se diferencian en que el primero lo hace añadiendo algo bueno y, el segundo, recurre a medidas dañinas, agresivas y que pueden provocar algún trauma para que la mascota logre modificar su comportamiento eliminando algo
La mejor forma de retener estos conceptos y no confundirnos es fácil, solamente tienes que relacionar la palabra positivo con sumar o añadir y la palabra negativo con eliminar.
Si encuentras que tu mascota se comporta extraño o tiene alguna de las características presentada anteriormente en el tema de la etología, no dudes y acude con un etólogo, él te ayudará y enseñará el camino hacia un reforzamiento positivo con tu mascota.
Recuerda que tienes que utilizar un refuerzo positivo para que tu mascota aprenda de mejor manera y que tengas un vínculo especial, no uses el castigo ni el reforzamiento negativo, ya que este puede provocar daños en el animal y lo que menos queremos es que las mascotas lo pasen mal.
